Our Lady of Charity
(I've already profiled Our Lady of Charity on this week's Among Women podcast, and you can see more pictures related to her image and the National Shrine on that blog post.)
Here's a peek at the column.... (a Spanish translation follows.)
Today, the Roman Catholic Church honors Mary -- who mothers us all -- on her birthday, the Nativity of the Blessed Virgin Mary.
Meanwhile, important anniversary celebrations in Florida, Cuba, and perhaps elsewhere, honor her today as the Patroness of Cuba, Our Lady of Charity. Her full title in Spanish is La Virgen de la Caridad del Cobre.
I have long held a devotion to Mary. Thanks to my friendship with a few Cuban-American families, I have recently adopted this title, Our Lady of Charity, into my prayer. Even though I come from a different ethnic background, I have been moved by my getting re-acquainted with the Mary I know and love, and venerating her anew under this title.
I have been duly struck -- but not surprised -- by Mary’s effectiveness in uniting the people of Cuba under her patronage. Our Lady of Charity also unites the many Cuban exiles of a 50-plus-year diaspora that followed the stormy rise of the Castro regime in that island nation.
But then again, Our Lady of Charity seems to specialize in making appearances to people experiencing storms.
In 1612, three young men in a tiny boat in the Bay of Nipe, off the coast Cuba, attributed their safety in a violent storm to Mary. Nicknamed “the three Juans”, they were two brothers, Rodrigo and Juan de Hoyos, and a slave, Juan Morena. While they were offshore collecting sea salt, a storm blew up causing them to pray for safety. Their prayers were answered, not only with a calming sea, but also with a gift found floating on the water… a statue of Mary holding the Child Jesus. An inscription read: “I am the Virgin of Charity.”
The unique image displays the Virgin holding the Child Jesus close to her heart with her left arm, as he holds a small globe in one hand and extends a hand of blessing with the other. Mary’s right hand extends a small gold cross.
Mary’s holding of a cross is unique to this image, as far as I know, and two things impress me about it.
In the first place, when I see Mary’s action in holding out this cross, I see a mother gently schooling her young Child in the ways of charity. At the same time, she prophetically points to the future reality of Good Friday in the life of Jesus, the cross he would bear to win our redemption. For Mary, it is also a sign of a coming pain to be borne, the very “sword” that would “pierce through her own soul” (Luke 2: 35) as her maternal love would suffer with Jesus at the Crucifixion.
Secondly, Mary embraces both the Christ and the cross. She, the perfect disciple, demonstrates the posture for the good Christian life. We are to entrust ourselves to Christ, holding him close, while living lives of unrelenting charity, as emphasized by cross -- the ultimate symbol for the depths of charity. Jesus said, “Greater love has no man than this, that a man lay down his life for his friends.” (John 15: 13 RSV-CE.)
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And I'm happy to reprint a Spanish translation, courtesy of Maria Morera Johnson, of the entire piece here:
Ella tiene miles de títulos…algunos son majestuosos, otros
finos o teológicos, y otros regionales y tiernamente familiares.
La llamamos Nuestra Señora de Fátima, Nuestra Señora de
Guadalupe, Nuestra Señora de Czestochowa y Nuestra Señora de Akita...la
reconocemos como Nuestra Señora de Perpetuo Socorro, Madre de la Divina Gracia,
Estrella del Mar… Madre de Misericordia, Trono de la Sabiduría, Puerta del
Cielo, y Causa de Nuestra Alegría….
Tal vez la conozcas con otros nombres, dependiendo de donde
vives o haz viajado – tal vez engendra una devoción particular. Cada versión de
su nombre no solo la bendice, sino bendice al pueblo que, con piedad, pide su
intercesión maternal y su protección. La Virgen Santísima nos conoce y nos
responde a todos!
Hoy, la Iglesia Católica honra a María – nuestra madre - en
su cumpleaños, la Natividad de la Santísima Virgen María.
A la vez, están celebrando un aniversario importante en
partes de la Florida en EU, Cuba, y en otras partes del mundo donde se
encuentran cubanos. Hoy es la fiesta de la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona
de Cuba.
Mi devoción a la Virgen María viene de hace muchos años. A
través de mi amistad con unas familias cubana-americanas, conoci a la Virgen de
la Caridad y la he adoptado como una de mis devociones. Aunque no pertenezco a
este grupo étnico, siento una conneción con la Virgen que quiero mucho, y puedo
venerar bajo este título nuevo.
Me llama la atención – pero realmente no me toma de sorpresa – lo bien
que la Virgen ha unido el pueblo cubano bajo su manto. Es más, la misma
virgencita ha unido a los cubanos exiliados, quienes viven en una diáspora de
más de 50 años a consecuencia de una tormenta política que vio ascender al
poder el régimen de Castro en esa isla-nación.
Parece que la Virgen de la Caridad extiende su manto a todos los que
experimentan tormentas de todos tipos.
En Cuba en el año 1612, tres jóvenes salieron en un barco pequeño para
buscar sal y se encontraron en una tormenta violenta en la bahia de Nipe. Los
“tres Juanes”, hermanos Rodrigo y Juan de Hoyos, y un esclavo, Juan Morena, rezaron
y atribuyeron su salvación a la Virgen María. El mar se calmó, y encontraron
flotando en el agua una imagen de la Virgen con el Niño Jesús en sus brazos.
Una inscripción decía: "Yo Soy La Virgen de La Caridad".
La imagen muestra a la Virgen que sostiene al Niño Jesús cerca de su
corazón en su brazo izquierdo, mientras él sostiene un pequeño globo en una
mano y con la otra nos da una bendición. La mano derecha de la Virgen aguanta
una pequeña cruz de oro.
Que yo sepa, la posesión de una cruz en las manos de la Virgen es única
a esta imagen. Dos cosas me impresionan sobre este detalle.
Primero, cuando veo
a la Virgen María en posesión de esta cruz, veo a una madre delicadamente
educando a su Hijo en la obra de caridad. Al mismo tiempo, ella proféticamente
señala a la futura realidad del Viernes Santo en la vida de Jesús, la cruz que
él aceptará para obtener nuestra redención. Para María, esto es también un
signo de un dolor próximo, la misma "espada" que “perforaría por su
propia alma” (Lucas 2: 35), cuando su amor maternal sufriría con Jesús en la
Crucifixión.
Segundo, María
abraza tanto a Cristo como a la cruz. Ella, el discípulo perfecto, modela la
postura para la vida cristiana. Debemos confiarnos a Cristo, sosteniéndolo cerca, viviendo vidas de caridad
implacable, como enfatizado por la cruz - símbolo de las profundidades de la
caridad. Jesús nos dice, “No hay amor más grande que dar la vida por sus amigos
(Juan 15:13).
Han pasado casi 400
años desde aquel día en que los
“tres Juanes” sacaron una imagen de la Virgen del agua de la bahia y regresaron
a su pueblo. Esa pequeña imagen y su historia ha inspirado devoción a la Virgen
María en todas partes de la isla durante los 4 siglos pasados.
Cuba siempre ha
sido un país de diversas razas. El pueblo tira hacia esta imagen que aparenta
ser de raza mezclada. Muchos acreditan la eliminación de la esclavitud en Cuba
al comienzo de los años 1700 a la devoción a la Virgen de la Caridad del Cobre.
Poco después de establecer la imagen en una capilla cercana a las minas,
cerraron las minas de cobre. Más reciente, en el siglo 20, veteranos de la
guerra de independencia de España pidieron por petición al Papa Benedicto XV
para declarar a Nuestra Señora de la Caridad del Cobre como patrona de Cuba, y
lo concedió en 1916.
Hoy, la imagen se
encuentra en una basílica dedicada a la Virgen, la Basílica Santuario Nacional
de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, en la ciudad de Santiago de Cuba.
El Papa Juan Pablo
II hizo una visita apostólica en enero del 1998, bendiciendo la imagen y el
pueblo cubano, también pidiendo la intercesión de María.
En esta celebración vamos a coronar la imagen de la Virgen
de la Caridad del Cobre. Desde su santuario, no lejos de aquí, la Reina y Madre
de todos los cubanos —sin distinción de razas, opciones políticas o
ideologías—, guía y sostiene, como en el pasado, los pasos de sus hijos hacia
la Patria celeste y los alienta a vivir de tal modo que en la sociedad
reinen siempre los auténticos valores morales, que constituyen el rico
patrimonio espiritual heredado de los mayores.
El ejemplo de disponibilidad de María nos señala el camino
a recorrer. Con Ella la Iglesia lleva a cabo su vocación y su misión,
anunciando a Jesucristo… y construyendo también la fraternidad universal….
Las obras de evangelización que van teniendo lugar en
diversos ambientes, como por ejemplo las misiones en barrios y pueblos sin
iglesias, deben ser cuidadas y fomentadas para que puedan desarrollarse y
servir no sólo a los católicos, sino a todo el pueblo cubano para que
conozca a Jesucristo y lo ame. La historia enseña que sin fe desaparece la
virtud, los valores morales se oscurecen, no resplandece la verdad, la vida
pierde su sentido trascendente y aun el servicio a la nación puede dejar de ser
alentado por las motivaciones más profundas….
La Iglesia llama a todos a encarnar la fe en la
propia vida, como el mejor camino para el desarrollo integral del ser
humano, creado a imagen y semejanza de Dios, y para alcanzar la
verdadera libertad, que incluye el reconocimiento de los derechos humanos y
la justicia social. A este respecto, los laicos católicos, salvaguardando
su propia identidad para poder ser «sal y fermento» en medio de la sociedad de
la que forman parte, tienen el deber y el derecho de participar en el
debate público en igualdad de oportunidades y en actitud de diálogo y
reconciliación. Asimismo, el bien de una nación debe ser fomentado y procurado
por los propios ciudadanos a través de medios pacíficos y graduales. (homilia, Juan Pablo II, 24 enero, 1998, Santiago de
Cuba.)
La celebración de
este día de fiesta en Cuba y los Estados Unidos es la inauguración del Año
Jubilar 2011-2012, los 400 años del hallazgo de la imagen de la Virgen de la
Caridad en el mar.
En preparación para
este ano jubilar, los obispos de Cuba adoptaron el tema, “La caridad nos une”
. Poco a poco, estamos viendo
desplegar el siguiente capítulo de la historia cubana, donde la esperanza de
puertos seguros está en las mentes de todos los cubanos.
Recientemente, la
imagen de la patrona de Cuba ha estado paseando fuera del Santuario por las
diferentes diócesis de toda Cuba . Donde quiera que se lleva la imagen, los feligreses
responden espontáneamente con procesiones que llenan las calles, casas,
iglesias – donde sea – dándole la bienvenida. Esto está ocurriendo aunque Cuba
mantiene la posición oficial de estado ateo.
En los Estados Unidos, tenemos el Santuario Nacional, la Ermita de la
Caridad, junto al mar en la bahia de Biscayne. Esta ermita dramática, diseñada
en la forma del manto de la Virgen, fue construida con donaciones de los
cubanos exiliados, sus hijos, y otros en la comunidad. La Misa sera celebrada
en la Universidad de Miami, ya que la Ermita, bella pero pequeña, no puede
acomodar a los miles de feligreses que asistirán.
Este año es conmovedor no sólo por las fiestas en Cuba, sino también
porque hoy marca el 50 aniversario "de la llegada" de la Caridad a
las orillas de los Estados Unidos -- en la forma de una estatua de réplica de
Nuestra Señora de la Caridad del Cobre. Esta imagen fue diseñada en Cuba y
entregada a la Arquidiócesis de Miami en esta fecha en 1961, gracias a
maniobras políticas complicadas y la cooperación de las embajadas italianas y
panameñas.
En aquel día, hace medio siglo, el Arzobispo Coleman F. Carroll rezo
con 30,000 cubanos exiliados, celebrando la fiesta de la virgencita.
Aquella
gran manifestación Mariana demostró la caridad de la Iglesia de Norteamérica,
que durante su historia se había distinguido siempre por recibir al inmigrante.
Al mismo tiempo, demostraba la gran devoción a la Madre de Cristo, bajo la
advocación de Nuestra Señora de la Caridad, en un pueblo que, buscando
libertad, abandonaba su patria dejándolo todo menos el amor a la Madre
Celestial. (Historia del Santuario, Ermita de la Caridad.)
Durante estos 50 años en Miami, la imagen de la Virgen ha sido una
fuente de estímulo y esperanza para los cubanos exiliados y las generaciones
que los siguieron.
Y para muchas otras personas, como yo -- en busca de un puerto seguro
en una tormenta, ella nos cubre con su manto con el mismo cariño.
Nuestra
Señora de la Caridad del Cobre,
¡Ruega por Nosotros!
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